ARQUITECTOS
Proverbios 8:5 (DHH)
"Jóvenes inexpertos y necios, ¡aprendan a ser prudentes y entendidos!"
Tal vez no me creas, pero te aseguro que no lo hago a propósito. Es más, ¡te juro que no tengo nada que ver! No estoy buscando en la Biblia excusas para confirmar mis ideas, como hacen las sectas; sino que la Biblia me enseña el camino por el cual andar.
Lo vengo diciendo hace unas semanas: "soy un fanático de la Palabra de Dios". Creo que es el fundamento, la base y la fuente de la fe. Sí, ya sé, el himno decía "el sustento de mi fe solo Jesucristo es", pero ¿cómo sabría acerca de Jesús si no fuera por la Biblia?
Por eso respeto profundamente la doctrina bíblica y no fuerzo situaciones para que confirme lo que pienso sino que es la Biblia la que sienta doctrina. (Diferencia entre eiségesis y exégesis la forma incorrecta o correcta de interpretar la palabra de Dios)
¿Viste que te dije varias veces que "en todo lo que tiene que ver con lo que Dios quiere hacer a través tuyo y en vos, es necesaria tu intervención"?
¿Viste que te dije que "el reino de los cielos es acción"?
¿Viste que muchas veces dije que "todo depende de mí para que dependa de Dios"?
¿Viste que esta semana estuve diciendo que somos los "fusibles". ese pequeño alambrecito insignificante que permite que las cosas funcionen?
Dice Proverbios 8:5 (DHH) "Jóvenes inexpertos y necios, ¡aprendan a ser prudentes y entendidos!"
Esta mañana venía escuchando en la radio a un médico que comentaba un estudio acerca de la estupidez humana. Decía que, por ejemplo, es la única conducta que perjudica a los demás en manera involuntaria e inconsciente y que es preferible tratar con una persona malvada que con un estúpido porque al malvado podemos analizar y predecir su comportamiento, pero con el estúpido no.
Y a veces decidimos creer que "fulano es como es y no va a cambiar", o que "no te gastes en enseñarle al necio cuando no quiere aprender" (Proverbios 17:16) ¡Y es cierto! El que no quiere aprender no tiene solución… pero el que quiere, sí, la tiene.
Se puede "aprender" a ser prudente y entendido. Se puede "aprender" a cambiar nuestro destino. No estamos atados a nuestro entorno y nuestro pasado no nos define, sino que, como se dice vulgarmente: "somos los arquitectos de nuestro propio destino"
No te limites a aceptar tu condición. Rebelate a la mediocridad y a la misma limitación. Leé, estudiá, memorizá la palabra de Dios; escuchá el consejo, prestá atención a tus mayores, seguí a tus líderes o mentores, como hace unos días… ¡escuchá a tu pastor!
Y te habrás convertido en el arquitecto, no solo de tu destino, sino del resto de tu vida.
Que tengas un excelente día 😁

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