Autoridad

Yo no creo en el liderazgo autoritario, mucho menos en el liderazgo dictatorial o déspota. Creo que los líderes que se creen dueños de la gente en realidad están demostrando una falencia interior, están dejando relucir su debilidad personal al necesitar oprimir o ejercer dominio sobre las personas.

Es algo muy común en la política, me refiero a la política mala, berreta, esa que solo busca el posicionamiento y enriquecimiento del líder a costa de las bases; que usan a la gente para subir al podio y llenarse los bolsillos y el corazón. Algunos incluso prefieren rodearse de gente mediocre o  sin carácter para poder ejercer un dominio total sobre ellos. Son los que eligen a los que solo saben decir "si", sin importar los resultados.

Jesús no era así. Jesús compartía el tiempo con "su gente", a los que no consideraba propios, no era dueño ¡y eso que tenía condiciones para serlo! sino que los trataba casi de igual a igual. Casi, porque no olvidaba su posición de maestro, de líder espiritual, de referente y de guía.

Pablo, como buen seguidor de Cristo, que solía decir "imítenme como yo lo imito a él" (1 Corintios 11:1), entendía bien este principio y tampoco ejercía dominio, autoridad y manipulación sino que, como él decía: "les rogaba" (Mirá por ejemplo Romanos 12:1)

Creo, insisto, es la mejor manera de llevar adelante el liderazgo, aunque a veces tiene su lado negativo: la gente decide si seguir tu "ruego" o su propia opinión. Lo que por otro lado no es tan malo porque eso muestra lo que realmente son, si buscan ser formados y transformados o si solamente les gusta tener una posición.

En Filemón 1:8-9 Pablo le dice, a Filemón: "aunque en Cristo tengo la franqueza suficiente para ordenarte lo que debes hacer, prefiero rogártelo en nombre del amor." 

Interesante. No perdamos el foco en esto. No ignoremos el metamensaje. Mirá: "aunque tengo la franqueza suficiente para 'ordenarte' lo que debes hacer" Si, aunque no lo ejercía, lo dejaba en claro, tenía la suficiente autoridad para ordenarle lo que tenía que hacer.


¿Te dije, no? Yo no creo en el liderazgo autoritario, el que da órdenes a la gente. Como Pablo... que tampoco creía... pero también sabía que Filemón le debía hasta la vida (Filemón 1:19)

Comentarios

Entradas populares de este blog

ARQUITECTOS

Adolescentes

EL GOBIERNO QUE NOS MERECEMOS