Bla, Bla, Bla...
¿Viste que hay gente que se conoce pasajes completos de la Biblia? Son mas o menos los mismos de siempre, y es admirable. Se saben el Salmo 23 y el 91. Algunos otros salmos también.
También hay gente que se sabe de memoria y en orden los 66 libros de la Biblia (yo me pierdo siempre) Otros, más capos todavía, te recitan la lista de los hijos de Jacob o de los diáconos de Hechos. ¡Wow! ¡Qué envidia! Bueno, no tanta...
Porque a veces nos conformamos con eso. O nos llenamos la boca con eso, con tener el conocimiento, acumular datos, llenar la cabeza con información pero sin bajarla a la aplicación. Es como tener un disco rígido de 10 Tb con toda la historia de la literatura universal, pero tenerlo guardado en un cajón para que no se pierda.
El conocimiento no sirve de nada si no se lleva a la práctica. La palabra leída no sirve de nada si no se aplica. Ni Dios se conformó con ser Dios sino que dice Jeremías que "Dios hizo la tierra con su poder, afirmó el mundo con su sabiduría, extendió los cielos con su inteligencia." Usó su poder, pero tuvo que afirmar lo hecho con sabiduría y tuvo que usar su inteligencia para generar la expansión (Jeremías 51:15)
Dice Proverbios 26:7 "Un proverbio en boca de un necio es tan inútil como una pierna paralizada."
Edwin Cole dice: "Si vas a empezar, no abandones; si vas a abandonar, no empieces" Yo digo: Si te vas a aprender la Biblia, usala; si no la vas a usar, ni te gastes en aprenderla"
¿Linda mañana verdad? 😉
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